Se dice que la mala suerte viene del mal de ojo, de miradas envidiosas, de un espejo roto y de amarres. También se dice que las personas que viven un corazón roto pueden sentir un dolor en el pecho repentino y la sensación de que viene un paro cardiaco, la muerte.
Al menos esta vez no rompí un espejo es el inicio de un ritual de despedida. Una carta de amor no siempre tiene forma de carta y no todas las cartas son escritas para ser leídas.