Le salvó la vida. Podría estar un poco más agradecida por ello.
Cuando Parker Bailey ingresa en su servicio de urgencias, Jax Carson sabe que acaba de encontrar a su pareja predestinada.
Por desgracia para él, las heridas de ella son muy extensas y sabe que la medicina moderna no bastará para salvarla, así que hace lo más lógico y la muerde.
Si tan sólo ella lo viera así.
En cuanto está lo bastante bien para andar, intenta abandonarle.
Jax ha encontrado por fin a su compañera y no la dejará marchar sin pelear.
Están unidos. Sólo espera poder convencerla de que están hechos el uno para el otro.