Buscamos todo tipo de tratos buenos y malos, pero en esta historia evitamos cortejar el despertar en nosotros de no huir y no pretender, para hacer que la actitud del poder sea desapercimeja - por escrito, para tener la suerte de satisfacernos realmente. Escribir es traer luz; es obtener la libertad de arrancar lo que dejamos fuera de la vista y que posiblemente atrofió el tiempo en toda su fuerza de visión. La acción de escribir aumenta eficazmente la posibilidad de medicarnos. Así es el contenido de este libro; te guía a experimentar una ceguera enferma, una musaraña y ojo cojo para abetos en un cuerpo y adquirir un buen hábito. En el poder de la escritura encontrarás placer - por la seriedad o la juguetona, marchando en el esfuerzo por crear una elegancia donde puedas inclinarte, para que así puedas imaginar una verdad, y en ella, ser uno que ya no se considere sufrir.