Basándonos en la información proporcionada por la NASA el 12 de enero de 2024, donde se informa que el año 2023 fue el más cálido jamás registrado en la historia del planeta, es fundamental abordar esta investigación debido a sus repercusiones en la temperatura global. Irán ha experimentado un rápido crecimiento económico en las últimas décadas, lo que ha llevado a un aumento significativo en las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en el país. Desde la Revolución Islámica de 1979, Irán ha experimentado un crecimiento considerable en su industria petrolera y gasífera, lo que ha llevado a un aumento en la quema de combustibles fósiles y, por ende, en las emisiones de CO2. Esta investigación realizó una caracterización de las variables emisiones de CO2 y vehículos en uso, se le aplico a los datos una prueba de normalidad mediante el análisis de Shapiro Wilk, una prueba de correlación de Pearson que dio como resultado una correlación de r= 0.9712, lo que significa que hay una correlación fuerte entre las dos variables. Dado que el valor de r es positivo, indica una relación positiva entre las variables, el crecimiento en una variable se asocia con un crecimiento en la otra variable. Se realizó una proyección futura mediante el modelo de mínimos cuadrados, año por año, desde 2024 hasta 2030 dando como resultado que en el año 2024 las emisiones de CO2 estarán en 763,1 Mt y se irán incrementando estas emisiones hasta 2030 hasta en un 847,2 Mt, lo cual ponen en riesgo las metas ambientales mundiales de reducir las emisiones de CO2 y mantener la temperatura global del planeta en menos de 1,5 ºC.