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La participación en actividades sociales, como salir a cenar, contactar a su madre o asistir a una reunión social, anteriormente se centraba en la comunicación interpersonal y el diálogo significativo.

Sin embargo, durante la última década se ha producido un cambio notable.

En lugar de contactar a nuestra madre directamente, optamos por enviarle un mensaje electrónico para informarle sobre los acontecimientos actuales de nuestras vidas.

Además, durante las reuniones sociales, dedicamos nuestra atención a compartir videos en línea con otros y comunicarnos con amigos a través de aplicaciones de mensajería, en lugar de participar en interacciones cara a cara con los presentes en el evento.

En pocas palabras, la comunicación interpersonal directa está completamente ausente.

¿Es esto inherentemente un problema?

La comunicación es verdaderamente beneficiosa ya que facilita la evolución humana.

Cultiva nuestra capacidad para comprender y compartir los sentimientos de los demás, aumenta nuestra productividad e innovación y promueve conexiones interpersonales genuinas y profundas.