La infancia constituye un período de experiencias donde se forma la capa más básica del ser humano y se convierte en fundamental para la recepción de estímulos donde en este momento se define la primera personalidad en la moral que mantendrá los contornos de autoestima y empatía compañía. En este libro, a partir de hechos reales, seguimos los desafíos en un escenario de precariedad y falta de redes de cuidados en la pobreza que desfilan en el entorno familiar que representa a los muchos millones de niños de todo el mundo. Expuestos a muchos riesgos, malnutrición completa y fácil presa de la violencia, los niños sobreviven en estos entornos inseguros y difíciles. Los estímulos saludables coexisten con otros no tan nobles y adversos, cuyas variables inhiben un lenguaje potencial de sociabilidad. El paisaje tiene lugar en alguna ciudad de un interior y continúa acompañando el crecimiento de este niño, sus fantasías, sus mundos y sus posibilidades de vivir, incluso a dolores duros.