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En una sociedad dominada por la ciencia y la técnica, una de las ramas de la ciencia que está aportando datos más sorprendentes y llamativos para la opinión pública en este principio de siglo es la vinculada al estudio del cerebro. Algunos neurocientíficos y psicólogos, partiendo de ciertos datos empíricos, han afirmado que el Derecho Penal está construido sobre bases insostenibles desde una perspectiva científica y que los conocimientos disponibles en la actualidad sobre el funcionamiento y la biología del cerebro obligan a transformar las estructuras de responsabilidad que conocemos, especialmente las vinculadas a la idea de culpabilidad. Los argumentos van acompañados de tesis provocativas más allá del ámbito estrictamente jurídico como que el «yo» es una ilusión que nos proporcionó la evolución, que los seres humanos no son libres cuando actúan y que la sensación de libertad y de poder actuar de otro modo también es una ilusión. Según estas tesis los seres humanos no hacen en realidad lo que quieren, sino que acaban queriendo lo que hacen determinados por su subconsciente y su sistema límbico. Ciertos científicos estudiosos del cerebro de primer nivel sostienen que en la medida en la que no existe escisión entre mente y cerebro (como sostuvo erróneamente Descartes) y que nuestra actuación consciente representa una ínfima parte de nuestra actividad cerebral, todos estamos determinados en nuestros comportamientos por procesos que no podemos controlar y de los que, por tanto, no se nos debería hacer responsables. Cuatro catedráticos de Derecho Penal de reconocido prestigio internacional, dos alemanes y dos españoles, intentan dar respuesta en este libro al reto planteado desde las neurociencias así como a las múltiples cuestiones que quedan planteadas. Para ello analizan los fundamentos del Derecho Penal de la culpabilidad que caracteriza los ordenamientos occidentales, al tiempo que intentan tener en cuenta los nuevos conocimientos que aportan las neurociencias para resolver problemas prácticos que todavía no han adquirido una solución satisfactoria como, por ejemplo, el tratamiento jurídico-penal de los psicópatas. Se trata de un libro imprescindible para cualquier persona interesada en conocer las bases teóricas del Derecho Penal del siglo XXI.