Jean Marie y sus amigos son aventureros que ofrecen placeres mundanos a quienes desean cumplir sus fantasías. El Ateo, como se conoce íntimamente a Jean Marie, se reserva el derecho no sólo de no creer en el Creador, sino también de influir en otros con sus escritos.
Influenciado por un espíritu, cada día más comprometido con el mal, un día intuye la proximidad del peligro...
Ajeno a las seducciones del entorno, sólo le preocupa explotar a los corruptos.
Entra: ¡Las puertas de la Madriguera siguen abiertas!
"El Ateo" aun no ha recibido al visitante que finalmente lo acercará a Dios...