El Invierno Eclesial es una obra-recopilación de artículos escritos en el año 2011 con el deseo y la preocupación de interpretar un acontecimiento único en la Historia de la Iglesia, es decir, los frutos que se esperaban del Concilio Vaticano II y la triste, trágica y dolorosa realidad de lo que vino después del Vaticano II. ¿Cómo explicar la tragedia de los números de las estadísticas -vocaciones, vida consagrada, asistencia a Misa, abandono de la fe católica y un largo etc.- cuando se había puesto tanta esperanza en los frutos del Concilio, la Primavera de la Iglesia? El título de la obra lo dice todo: se esperaba una Primavera y lo que vino fue un Invierno gélido. Dice el autor, en la Introducción, que el fin de esta obra es un intento de "alertar en cuanto a las causas y efectos de la crisis que está sufriendo la Iglesia desde la muerte de Pio XII, para lo cual me he visto en la necesidad de describir, no sin cierta crudeza en ocasiones, algunos de los males que tan acremente están aquejando a la Institución fundada por Jesucristo". Frente a la tan proclamada versión oficial de la Primavera de la Iglesia, de la que tanto se habló en el nacimiento del Concilio Vaticano II, en esta obra el lector encontrará un profunda y realista descripción de la tragedia que desencadenó la herejía Modernista. Una herejía que a pesar de haber sido condenada en los tiempos de San Pio X, siguió latente en la Nouvelle Théologie, previa a la apertura del Concilio, y que se apoderó de gran parte de la Iglesia durante y después del Concilio, para construir lo que algunos han llamado una nueva Iglesia. Todo el contenido de esta importantísima obra de A. Gálvez no es sino un descubrir la devastación que ha producido en todos los campos, tanto de la Teología como de la Vida de la Iglesia Católica, el virus del Modernismo, la suma de todas las herejías, "la cual goza hoy de plena actualidad en la Barca de Pedro, invadida también por multitud de falsos cristos y falsos profetas..."