Anton Chejov es uno de los dramaturgos rusos más destacados de su época. Esta es la última de sus principales obras de teatro, escrita en 1904, es una comedia en cuatro actos que trata del declive económico de la aristocracia rusa de finales del siglo XIX. Propone la inversión de papeles entre las clases adineradas tradicionales y los hijos de los que habían sido sus súbditos, mientras nos narra una historia de memoria familiar, vínculos con el patrimonio y el pasado aristocrático, mientras el mundo cambia a su alrededor.