El Pacto de la Gracia, y las altas y gloriosas transacciones del Padre y del Hijo en el Pacto de la Redención abiertas y mejoradas en general, con la resolución de importantes cuestiones y casos relativos a ambos Pactos.
Tiene además: Varios argumentos singulares que todos los cristianos sinceros pueden hacer con seguridad y fundamento a esas diez Escrituras que hablan del Juicio general y de ese Juicio particular que ciertamente debe pasar sobre todos ellos después de la muerte.
Con algunos otros puntos de gran importancia, que tienden a la Paz, el Consuelo, el Arreglo y la Satisfacción de todos los cristianos sinceros y serios.
A lo que se añade un discurso sobrio y serio, sobre la favorable, señalada y eminente presencia del Señor con su pueblo en sus mayores problemas, más profundas angustias y más mortales peligros.