Una historia lírica e ilustrada contada a través de la lente de la realidad mágica. En el comienzo, Tao es un bebé que nace puro y uno con todo, sin emociones ni personalidad. A medida que el niño crece, estos aspectos complejos de su carácter se desarrollan, apareciendo mágicamente en su espejo como enredaderas de colores en su pecho. Cada color representa una emoción humana diferente, y como afecta a la personalidad. El también tiene la capacidad de ver estas enredaderas de colores en otras personas, lo que le da una idea de sus personalidades. Al final Tao se libera y encuentra su verdadero ser.