El faraón Seti I (hijo del faraón Ramsés I),era un gobernante sabio y respetado,pero detrás de las puertas cerradas de su harén se estaban desarrollando acontecimientos que podrían haber puesto en peligro no sólo su poder,sino también su corazón.El harén era crucial.Estos hombres, cuyos destinos habían sido truncados con su mutilación,realizaban tareas vitales para el buen funcionamiento del harén y la seguridad del faraón.