Harvey Warner cree que la perdió.
La razón, quiere decir.
Dio su corazón voluntariamente tan pronto como sus ojos se posaron sobre la chef con curvas trabajando en su camión de comida afuera de Eye Candy Ink una noche.
En su defensa, nunca ha sido bueno hablando con mujeres, pero ahora que ha conocido a la mujer de sus sueños, lo que está en juego es más importante que nunca, así que decir su nombre y la frase más cursi que existe no es un buen inicio para su relación.
Su única salvación es que su torpe intento de coqueteo le parece adorable a la voluptuosa chef.
Las frases no deberían de funcionar con nadie, pero de alguna manera a Coraline parece gustarle.
¿Conquistar a Coraline arruinaría todo? ¿O finalmente podrá tener el final feliz que ha sonado desde que la vio por primera vez?