Sin su amor no soy un hombre, seré una bestia para siempre.
Isabella Cuesta es un ángel que puede ver más allá de mi piel marcada. Es un peón utilizado para pagar la deuda de su padre. Una mujer que me hace sentir como un hombre en lugar de un monstruo.
Pero ya no creo en los cuentos de hadas.
Ella es mía hasta que nuestro contrato termine. Tendremos mucho sexo, y seré rudo, escucharé todos sus deseos y temores, daré mi vida para protegerla.
Esa mujer tan bella nunca se dejará amar por un hombre peligroso como yo, un hombre que mató, que corrió hacia los disparos y que jamás retrocede ante una pelea.