La Conciergerie, importante lugar de detención durante la Revolución Francesa, famosa por haber sido la última prisión de María Antonieta, es ante todo un notable vestigio del Palacio de la Cité, primera residencia parisina de los reyes de Francia. Es aquí donde los Capetos se instalaron en el siglo X y consolidaron su poder. Suntuosamente remodelado en el siglo XIV por Felipe el Hermoso, el Palacio de la Cité se convierte en el reflejo del poder real y en la cuna de las instituciones francesas. Las cuatro torres medievales de su fachada norte se alzan aún a orillas del Sena. La Conciergerie, con sus majestuosas salas góticas, testimonio único de la arquitectura civil del siglo XIV, y la vecina Sainte-Chapelle nos ofrecen un recorrido memorable por el corazón de este espléndido pasado, desde la residencia real medieval hasta el moderno Palacio de Justicia.
Los « Itinéraires », concebidos como un instrumento de turismo cultural, invitan a descubrir los caminos del patrimonio.