Layla es una fantasma, y los fantasmas se supone que dan miedo. Suelen merodear por castillos y gritar ¡BOOO!
Pero Layla preferiría jugar con sus amigos.
Como queda poco para Halloween, tiene que decidir entre ser una fantasma de verdad o buscar una alternativa. Una que no implique asustar.
Un libro ilustrado sobre una fantasmita que intenta decidir qué es lo correcto. No solo para Halloween.