Esta segunda parte de La Rebelión de Sakla es una tesis explicativa sobre la identidad de la deidad Jehovah y otros dioses que le acompañaban. Los nombres (en hebreo "shem" o identidad, destino) de la deidad hebrea denotaban epítetos, tanto para una o más entidades (seres, conciencias) que aparecen referidos en textos hebreos. Este tratado comienza, pues, desenmarañando los aspectos relativos a la identidad del dios conocido como Jehova (o IHVH).
La siguiente parte expone el origen de la raza humana con el uso de la mitología comparativa y los registros paleontológicos y arqueológicos. Continua el siguiente apartado ahondando en los registros sobre diversas civilizaciones que existieron antes de la historia que cuentan en los colegios. Los lemurianos (de Mu), los atlantes (de Poseidonis), Hiperbórea y pueblos de los cuales sólo queda memoria en leyendas y mitos, e incluso evidencias de poblaciones que habitaron la Tierra hace millones de años (aún antes de la existencia de los dinosaurios).
La parte cuarta del libro trata toda la temática del relato de la "caída" del hombre, desde diferentes ópticas, tomando culturas hebreas, griegas, celtas, escandinavas, egipcias y cananeas. La dinámica del relato del jardín del Edén es seguida por la tesis sobre Satán. En esta parte se abordan los relatos independientes de figuras folklóricas de distintos pueblos del globo que coinciden en un mismo contexto de figura antagónica del hombre, sea Loki para los nórdicos, Cernunos para los celtas, Guayota para los indígenas guanches, Zu para los sumerios, Iblis para los árabes, Satan para los hebreos, el diablo para los cristianos, Set para los egipcios, Mot para los hititas, Hades para los griegos, Plutón para los romanos, Ahrimán para los persas o Pazuzu para los babilonios, por ejemplo. Esta tesis estructura la concepción de conceptos religiosos basados en nombres tales como Lucifer (o Luzbel), Belcebú (o Baal-Zebub), Satanás (o ha.Satan), la serpiente antigua, Leviatán, el dragón de 7 cabezas, el querubín caído, el rey de Tiro o el príncipe de la potestad del aire. ¿Son los mismo? ¿por qué varios calificativos para quien pudiese ser una misma "persona"?