Apuesto a que está asustado, enfadado y tal vez incluso confundido.
Son reacciones perfectamente racionales y adecuadas a la crisis crediticia mundial que estalló en 2008 y que hace temblar todos los hogares de Estados Unidos. Independientemente de lo concienzudo que haya sido con el manejo de su dinero, los problemas de 2008 nos han golpeado a todos Y ESTO SIN CONTAR LOS PROBLEMAS ECONOMICOS PRODUCIDOS POR EL COVID.