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Después del éxito mundial de La señorita Smila y su especial percepción de la nieve (Andanzas 214), Peter Høeg se convirtió casi en un autor de culto, en particular por su muy personal percepción del mundo, ajena a conceptos preconcebidos. Los fronterizos, su tercera novela, es un reto al sentido ético del lector porque plantea el dilema en el que se encuentran tres seres entre la infancia y la edad adulta, entre lo singular y lo uniforme, entre la duda y la certeza. La propuesta de Høeg es, en todo caso, qué duda cabe, políticamente incorrecta. Peter, Katarina y August -tres adolescentes con serios trastornos emocionales, recluidos en el Colegio Biehl- son «fronterizos», es decir, seres que a los ojos de los psiquiatras se sitúan en esa débil línea que separa la normalidad de la incapacidad mental. Viven por eso sometidos a la observación permanente de las autoridades del internado, y a las pruebas darwinistas constantes en las que se decide su futuro de adultos: o bien podrán integrarse entre los jóvenes «normales», o bien deberán confinarse junto a las personas con deficiencias mentales. Pero si algo tienen en común los tres protagonistas es su rebeldía contra el entorno: no sólo quieren escapar de su condición de conejillos de Indias, sino que están decididos a desmontar el mecanismo de olvido y aniquilación de la memoria en el que se les tiene atrapados. El intento desesperado de fuga de la escuela preside esta fascinante novela, que también habla al lector de la fuerza de los sentimientos, del peso de los recuerdos y a la vez de las sinrazones de la Razón. Peter Høeg nació en Dinamarca en 1957. Antes de publicar en su país en 1988 El siglo de los sueños (Andanzas 246), su primera novela, fue, entre otras cosas, bailarín, actor, esgrimidor, marinero y alpinista. Cuando, en 1993, le llegó la fama mundial con La señorita Smila y su especial percepción de la nieve -que muy pronto veremos llevada al cine por Bille August-, ya era considerado el «narrador danés más importante de su generación» y había publicado un segundo libro, Cuentos de la noche (1990). De modo que, al publicarse Los fronterizos en 1993, Høeg ya era un autor consagrado, traducido a varios idiomas, premiado en su país y fuera de él y acogido con entusiasmo por un público incondicional. El crítico danés Søren Winterberg escribe en Politiken: «Se trata de una novela cruel, pero, a la vez, llena de calor humano, rica en ideas, intensa, inteligente y liberadora».