Nadie nos mira ha despertado un gran interés tanto dentro de la literatura portuguesa como fuera de su ámbito lingüístico. Con una escritura radicalmente nueva, Peixoto nos sumerge en un mundo terrible a través de una prosa cuidada y de extrema belleza. Un coro de voces de hombres con nombre bíblico y mujeres sin nombre propio nos hablan de su soledad, de su inmensa soledad, de un mundo en el que Dios no existe.
Una de las revelaciones más sorprendentes de la literatura portuguesa"
José Saramago, Premio Nobel de Literatura