En 1969, Jacques Galinier emprendió el estudio etnográfico de los otomíes orientales, o sea del conjunto de comunidades que ocupan el territorio denominado a veces "Sur de la Huasteca". En las sierras y las zonas bajas que se extienden desde San Pablito al sur hasta Ixhuatlán de Madero al noreste y Texcatepec al noroeste, viven más de 60 mil otomíes quienes, junto con los de Santa Ana Huey tlalpan y de San Pedro Tlachichilco en el Altiplano de Tulancingo conforman el grupo más homogéneo del área otomí. Las investigaciones que concluyeron con la redacción del presente volumen comprendieron casi tres años de trabajo de campo. A pesar de la importancia de tal región en el México indígena, cuando J. Galinier empezó su trabajo no se había realizado en todo el sector más que un estudio monográfico sobre una sola comunidad y su contexto: se trata de la obra de James W. Dow, publicada por el INI en 1974. De aquí surge un primer interés del libro que ahora se publica. Vale la pena insistir en esto: no solamente dicho libro presentá datos sobre una región que hasta hoy en día constituía casi una terra incognita, sino que también representa un acercamiento etnográfico de orden regional, género ahora poco usual pero que convierte este volumen en un verdadero manual, introducción para todas las investigaciones futuras que serán realizadas en la misma región y referencia para las que serán desarrolladas en otras partes del país donde existen comunidades otomíes. Parte de la riqueza de la obra de Galinier se desprende de su enfoque regional, alimentada por un conocimiento extenso y profundo de la zona que abarca. Esto se manifiesta desde las primeras páginas cuando se describe el hábitat muy contrastado de las diferentes comunidades, pero sigue visible en todos los aspectos que aborda el estudio: uno de los puntos donde esta riqueza aparece con más claridad es, sin duda alguna, el que concierne al parentesco y su terminología. La presente obra está dividida en tres partes principales. La primera agrupa, después de una presentación del hábitat, toda una serie de informaciones sobre la organización social de los otomíes orientales: destacan aquí, entre otros, algunos datos y análisis referentes a formas residuales de una organización dualista, así como a un sistema de linajes patrilineales. La segunda parte detalla los diferentes elementos de la vida económica empezando por la división sexual y social de las tareas y concluyendo con los crecientes procesos de integración-dependencia de la economía regional hacia el mercado nacional. Finalmente, en la tercera parte (Cuerpo, naturaleza y sociedad) el autor, en cuatro capítulos particularmente densos, esboza el estudio de las prácticas rituales y de la visión del mundo de los otomíes orientales, temas sobre los cuales él siguió trabajando durante varios años después de la terminación de este volumen. Por la amplia información que da a conocer, el trabajo de J. Galinier se volverá, seguramente, un clásico de la etnología mexicana. Pero, sobrepasado el nivel de la descripción tradicional, varios comentarios y notablemente todos los que aluden al simbolismo, apoyados en luminosos análisis etnolingüísticos, abren las puertas de una etnología profunda. J. Galinier es "chargé de recherches" en el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) y miembro del Laboratorio de Etnología y Sociología comparativa de la Universidad de París X. Fue miembro de la Misión arqueológica y etnológica francesa en México entre 1969 y 1977 y sigue colaborando con el CEMCA. En 1985, Galinier presentó, en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París (EHESS) y bajo la dirección de J. Soustelle, una tesis de Doctorado de Estado, intitulada "La moité du monde. Essai sur les rituels des Indiens Otomis".