Con la única intención de que el reino de los cielos sea expandido y que el evangelio de Jesucristo siga siendo predicado por medio de todos aquello que así lo desean, presento este libro como una ayuda realizar tan maravilloso ministerio.
Por qué agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. (1 Corintios 1: 21), no pretendo que esta obra sea exhaustiva, pero muestro los bosquejos, enseñanzas y sermones que he considerado oportunos para que el nuevo ministro pueda presentar la palabra del Señor.
Hay quienes son más diestros y gozan de una educación y formación teológica, para dedicarse a esta vocación, pero el tiempo avanza y la tarea apremia, hoy más que nunca la Iglesia del Señor necesita de gente apasionada que proclame el mensaje de salvación.
Cualquiera puede usar los bosquejos, enseñanzas y sermones aquí expuestos, pero no antes de buscar la voluntad del Espíritu Santo y leer detenidamente los textos citados de las Sagradas Escrituras.