María Clara estaba disgustada con la vida. No entendía por qué todas sus relaciones terminaban en cuanto hablaba de matrimonio o algo más serio. Mucho menos entendía por qué había sido abandonada al nacer y por qué nunca tuvo lo que más deseaba; ¡una familia!
Si conocieras la historia de Sofía, podrías entender que, para todo, "siempre existe una razón."