Te invito a tomar la navaja del conocimiento para que corte la cuerda que te ata a la piedra que cuelga de tu cuello, esa pesada piedra que te está arrastrando hacia el fondo del abismo. Ya libre, deja la piedra que se hunda sin ti y elévate. Luego busca el sendero que te lleve a tu verdadero hogar: el mundo espiritual.