Las influencias ocultas y perversas diseminadas entre los nobles ricos provocarían el estallido de la noche sangrienta del 24 de agosto de 1572, que ha pasado a la posteridad como la Noche de San Bartolomé.
Fue en este clima pesado y hostil que renacieron los personajes de nuestra historia.
Una historia mixta de los sentimientos que más entrelazan a las criaturas en la experiencia terrenal: amor y el odio.