Los fantasmas siempre se meten en tus asuntos.
Nate Shaw lo sabe bien porque habla con ellos desde que tenía doce años. Ahora tiene diecisiete y los fantasmas no son los únicos que convierten el instituto en un infierno. Todo lo que Nate quiere hacer es pasar desapercibido hasta poder graduarse. Al menos, eso era lo que quería hasta que el chico nuevo, James Powell, se sienta a su lado a primera hora. James no solo se fija en él, sino que consigue hacerse un sitio en la vida de Nate. Pero James tiene sus propios problemas.
Entre familiares vivos y muertos, Nate tiene que lidiar con el hecho de que se está enamorando de su único amigo. Y todo ello mientras recibe consejos de las fuentes más inusuales.
Fantasmas, abusones, el primer amor… Son muchas cosas que soportar cuando solo estás intentando sobrevivir al último año de instituto.