Y Los Culpables nunca hablarán, es el proceso de curación de un alma, que aprendió a querer y quererse con el alma entera y en añicos, que aprendió a abrazarse solo, y aceptar brazos que siempre estuvieron dispuestos a abrazarlo.
Es el descubrir de un niño que pensó que ser él estaba mal, porque lo escuchó a gritos en su entorno, y lo llevó a muchos lugares equivocados por largo tiempo.
Una colección en verso libre que se convierte en un grito de amor, desamor, dolor y salvación.
"Culpables los dos, yo por enseñarte mi desastre y tú por hacerlo un paraíso".