El libro de Josué culmina la redención iniciada en el Éxodo. La "posesión" es la palabra clave aquí. Aunque Dios les otorgó la tierra, debían combatir para tomarla y gozarla. Moisés había enseñado al pueblo que el éxito dependía de su obediencia a la Palabra. Dios escogió a Josué para esta misión. Su nombre, que significa "salvador", evoca al Señor Jesucristo. En contraste, Moisés simbolizaba la ley, que por sí sola no puede salvar, por lo que Josué lo reemplazó. De este libro emergen lecciones vitales sobre nuestra "guerra espiritual" para disfrutar las bendiciones que Dios nos ha concedido. la fidelidad de Dios