El uso de la retórica es inevitable y lo utilizan todos los individuos.
El término "retórica" puede evocar recuerdos del ostentoso campo de estudio de un compañero de cuarto de la universidad o del lenguaje incomprensible empleado por los políticos. Sin embargo, en realidad, la retórica es una habilidad que todos empleamos a diario.
La retórica es el uso hábil del lenguaje para persuadir o influir en las personas, independientemente de si la comunicación es escrita o hablada. A pesar de nuestros intentos de descartarla por considerarla anticuada, pretenciosa o incluso engañosa, la retórica desempeña un papel crucial a la hora de fijar el tono de esta declaración.
Es por motivos retóricos que elegimos comunicarnos de manera diferente con nuestro amigo más cercano que con un entrevistador de trabajo.
De hecho, ¿con qué frecuencia utilizas palabras sin el objetivo explícito de influir en alguien?
Evitar las palabras es un desafío, ya que sirven como medio de comunicación, facilitando la transmisión recíproca de información. Cada conocimiento, independientemente de su naturaleza emocional, científica o fáctica, tendrá un impacto en sus emociones, opiniones o acciones.
Sin embargo, en la era actual, la expresión "retórica política" se utiliza a menudo con una connotación negativa, a pesar de que resulta poco práctico evitar el uso de tácticas retóricas en política.
La frase "¿entiendes?" es un ejemplo de pregunta retórica, que es un recurso retórico típico.