Pocas empresas pueden ser más difíciles que escribir algo a modo de introducción para el siguiente trabajo. No requiere ninguna introducción. Es una cuestión de historia. Ha sido leída y admirada por una generación, está ya en manos de una segunda, y pronto pasará a una tercera. Es esta última circunstancia, de hecho, la que quizás pueda disculpar un intento que, de otro modo, estaría expuesto a la acusación de temeridad. Los jóvenes tienen derecho a preguntar cuáles fueron las circunstancias de la primera publicación de un volumen tan importante, cuál fue la impresión que dejó en la mente de los hombres, cuál fue su conexión con los intereses generales de la religión, cuál fue su lugar en la historia moral de nuestro tiempo. En el presente ensayo trataremos de responder a estas preguntas. No pretendemos hacer más que ayudar al lector que, por primera vez, se ocupe de la obra, a formarse un juicio sobre sus méritos.
Nuestro principal objetivo será ilustrar ese gran renacimiento de la influencia del verdadero cristianismo entre nosotros, que el autor se propuso promover, y que su obra fue, de hecho, un medio muy considerable de profundizar y extender. Esa eminente y venerada persona, ahora retirada de la vida pública, confiamos en que nos perdonará si, en el cumplimiento de un deber para con los intereses primordiales de la religión en general, nos vemos impulsados a hablar con total libertad de su libro, y de una manera que, por más que estemos en guardia, nos hará entrar necesariamente en detalles que nuestro respeto por su delicadeza de sentimientos nos obligaría a contener. Un estadista retirado, después de una larga vida pasada en el ojo de su país - su nombre, conectado con casi todas las grandes cuestiones que han agitado la iglesia o el estado - apenas puede ser permitido reclamar los privilegios de los escritores privados: su trabajo pertenece, con sus otros trabajos, a la Nación a la que lo ha dedicado, y se convierte en una parte de los anales de los tiempos.
En primer lugar, haremos las observaciones que puedan dar al lector lo que consideramos un concepto justo de los méritos de la obra en sí. Esto nos llevará a describir la recepción que tuvo en su primera publicación. A continuación, describiremos su relación con el renacimiento del cristianismo puro en nuestro país. A continuación, ofreceremos algunas observaciones sobre el progreso posterior de ese renacimiento. Y, por último, sugeriremos algunas ideas sobre la manera de promoverlo aún más.