La mayoría de los individuos en las sociedades occidentales nunca han conocido mejores circunstancias.
Hoy estamos mejor alimentados, mejor pagados y, gracias a Internet, más informados que cualquier generación anterior. A pesar de nuestra riqueza y conveniencia, tenemos deficiencias en un aspecto crucial: la felicidad.
En todo el mundo occidental, multitudes de personas están insatisfechas con sus vidas.
Muchas personas emprenden búsquedas extensas y arduas de una solución a esta falta de satisfacción, pero muchas no logran encontrarla.