La construcción, era la mansión del odio, para tu madre; pero para ellos era la mansión del amor, el conocidísimo "nidito de amor", fue un dolor para ella, fue como un cáncer que avanzaba de etapa en etapa, pues; siendo tan bella pudo lograr que alguien la amará como no lo hizo ese hombre a quién idolatraba, ya que el entregó todo su amor a un hombre llamado; Fred, mi hijo. Yo fui nodriza de tu familia, cuidé de tu madre, quien se fue desgastando, la vi desvanecerse como la rosa del jardín, que al atardecer empalidece y marchita muere, repetía constantemente que el amor la había vuelto loca, lo suyo no era amor, era obsesión, una obsesión que arrebató su pura alma y la convirtió en un demonio, con eso ella logró cometer su peor desgracia. Pero su locura, aun se agravó mas cuando se enfermó, tu padre eso nunca lo supo, ella no le dio importancia a su salud, prefirió pelear por un hombre que no la amaría nunca y en realidad ella tenía carcinoma de piel, degeneración en etapa terminal, no hizo ningún esfuerzo por vencer esa enfermedad, prefirió pelear por quien no la amaba, en lugar de dar la pelea y batalla por su propia vida.