Cambia la perspectiva para revelar que la felicidad es la causa de la buena salud, y no al revés.
Una idea muy extendida es que el trabajo diligente y los sacrificios importantes conducirán al éxito. Además, alcanzar la plenitud conducirá posteriormente a la experiencia de felicidad.
Sin embargo, a lo largo de su amplia experiencia de 30 años en el cuidado de pacientes, el Dr. Matteo Schiavi ha descubierto que, en realidad, sucede exactamente lo contrario. Aunque el éxito no garantiza el placer, generalmente se observa que ser feliz tiende a generar más éxito.
Asimismo, mantener una buena salud implica no sólo la aptitud física, sino también el estado mental de bienestar que acompaña a la diversión. Contrariamente a la creencia popular, la felicidad no solo surge de un bienestar físico óptimo, sino que también tiene un efecto recíproco: ser feliz contribuye a una mejor salud.
Imagínese en el consultorio del médico sintiendo malestar. El médico entra a la habitación e inicia una conversación con usted. Sin embargo, en lugar de limitarse a preguntarle acerca de sus síntomas, lo observan con genuino interés. Reconocen que el bienestar abarca más que sólo la biología, por lo que se esfuerzan por comprender la narrativa completa de su existencia. ¿No parece espléndido?