En una era caracterizada por el predominio de soluciones aceleradas y metodologías secuenciales simplificadas diseñadas para lograr objetivos rápidamente con un mínimo esfuerzo, a menudo se olvida que lograr la competencia, y mucho menos el dominio, requiere una inversión considerable de tiempo. La noción de dominancia adquiere particular importancia en este contexto.
Lograr un dominio genuino es más que simplemente alcanzar metas; Supone también asimilar una filosofía que promueva el aprendizaje continuo más allá de la consecución de estos objetivos. De hecho, alcanzar un conocimiento genuino requiere un esfuerzo de toda la vida.
Sin embargo, ¿qué define el dominio genuino? ¿Cómo identificar y cultivar la automotivación y qué estrategias se pueden utilizar para asegurar la firmeza ante la adversidad?
Durante estos breves momentos adquirirás conocimientos.