Son dos generaciones marcadas por la decadencia. Familias que sufren un largo combate contra las circunstancias de la vida. Situaciones como la envidia y el rencor disfrazadas de amistad, padres que intentan decidir la vida de sus hijos, sin impórtales que ésto los arrastre al camino de la infelicidad, personas que anteponen el dinero antes que los lazos familiares, infidelidades que desencadenan llanto, soledad y rencor: nada ajeno a lo que se vive en la actualidad.