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Hitler y los nazis fueron derrotados en 1945. Apenas tres años después, el mundo fue testigo del nacimiento del Estado de Israel. El autor de este libro (experto en el Tercer Reich) aborda la cuestión de si las acciones de Hitler aceleraron la creación de un país propio para los judíos. En un momento de su reinado, Hitler llegó a firmar un acuerdo con los sionistas con el objetivo de animar a los judíos a emigrar a Palestina. No sólo este hecho es sorprendente, sino también el hecho de que Hitler era amigo de muchos judíos a los que conocía personalmente. Por ejemplo, su mejor amigo Emil Maurice (cofundador de las SS y a quien empleó como conductor y guardaespaldas) era de origen judío. Hitler le protegió a él y a otros innumerables judíos de las leyes antijudías de su propio régimen. Así pues, el acercamiento de Hitler al judío como semejante tenía también un lado oculto y ambivalente que casi nadie conoce. En este libro de contenido sensacional, se presentan por primera vez al lector las historias de vida de todos estos judíos privilegiados.