Luego de su travesía por el mundo de los espejos, Anahí dejó de ser princesa y ahora gobierna en el Reino del Ceibo junto con su adorado Adaly, convirtiéndose en los actuales Soberanos del Ceibo, en una unión mágica y esplendorosa que promete perdurar por siempre. Acompañada de sus más preciados bienes y seres más amados, la Reina Anahí vive en la gloria luego de derrotar a la malvada Reina de los Espejos, en una lucha librada en el oscuro mundo de reflejos y vanidades.