La mayoría de los escritores, al tratar el tema del tabernáculo, señalan las múltiples glorias de Cristo que quedan ilustradas allí de una manera tan notable. Sin duda éste es el aspecto más importante de su enseñanza, ya que se aplican muy bien al tabernáculo las palabras de Salmo 29.9 que hablan del cielo: "En su templo todo proclama su gloria".
Hay, sin embargo, otra manera de estudiar esta galería de cuadros en el Antiguo Testamento, y es la de ver en ella ilustraciones del pueblo de Dios en su testimonio colectivo. No es difícil probar que ésta sea una manera bíblica y legítima de considerar el tabernáculo, por cuanto Dios moraba en aquella estructura antigua y hablaba de la misma como santuario suyo, y hoy día mora en medio de su pueblo congregado.