¿Dónde estás amada mía?
No hay una sola célula de mi cuerpo que no te aclame,
un solo átomo de mi ser que no te pertenezca,
un pensamiento en el que no estés.
Ven a por mí, dueña de mi existencia,
mi Diosa de las profundidades marinas.
Déjame beber de la miel de tus labios,
empaparme en los calores de tu pecho,
sumergirme en las profundidades de tus fondos marinos.
Llévame contigo, razón de mi existencia,
luz de mis tinieblas.
Déjame postrarme a tus pies,
impregnarme del aroma de tu piel,
y amarte, hasta el final de los tiempos.
Una historia de amistades profundas, amores sublimes y abismales obsesiones.
Fernando, un joven gestor inmobiliario, visita a un viejo amigo de su familia al que meses atrás habían amputado ambas piernas, a la vez que fallecido la esposa y la madre, sus dos únicas compañeras.
El viejo, solo y desesperado, se encuentra refugiado en la soledad de su casa y de sus pensamientos. Fernando, conmovido por su situación, inicia una intensa lucha para sacarlo de su voluntario encierro y rescatarlo de la miseria económica. Paralelamente, conoce a Ramny, una prima muy jovencita, poseedora de una belleza física capaz de espantar a propios y extraños.
Una sola mirada basta para que se enamore de ella perdidamente, obsesionándose de tal manera, que comienza una peligrosa andadura por los caminos de la desesperación amatoria, rayando en los límites del delirio y la locura.
Los roles se invierten. Es ahora el viejo quien se ve forzado a iniciar el rescate de su joven amigo, atrapado en el intrincado mundo de una descomunal obsesión.
¿Será capaz de ayudarlo? ¿Alguien podría ayudarlo?
¿Cuáles son los límites de una obsesión amorosa?
¿Cuáles son los tuyos?
¿Podría ocurrirte algo así?
Descúbrelo en las líneas de esta novela.