Ya hace más de sesenta años la escritora ruso-francesa Elsa Triolet publicó su novela Rosas a crédito, la historia de una muchacha que es consumida ―y valga la redundancia― por la sociedad de consumo donde todo puede obtenerse a créditos, la ambición de Martin la hará cruzar todos los límites y su fin será verdaderamente aterrador. Hoy el escritor salvadoreño Wilian A. Arias, nos demuestra con esta novela que la sociedad no ha cambiado mucho y que su protagonista Ana Rosa, será capaz de todo para enriquecerse.
Podrá acercarse a estas páginas usted lector(a) como cuando mira o escucha una tele-o radio-novela. Algunos, tal vez, encasillen esta obra como la novela rosa que es. Pero su autor sabe que este es el mejor medio para llegar a miles de personas a través del más universal de los idiomas: el amor.
Cada pasaje lo dejará sediento, al punto de no poder dejar la lectura siempre pensando qué pasará con sus personajes favoritos. ¿Triunfará el bien sobre el mal? La Venganza es un plato que se sirve frío según dicen los más viejos. Sin embargo puede volverse contra aquellos que solo viven para este propósito. El pasado regresa una y otra vez y cobra nuevas víctimas.
Verdes eran los campos, boyantes colores habían entre las flores, donde sobresalía el rojo. Ella confundió el verde con el verde de los billetes y el rojo, con la sangre de sus víctimas. Conoce más de nuestra; Ana Rosa, la mujer que nació pobre de alma y rica de ambición.
Así piensa la protagonista de esta historia, Ana Rosa:
[…]
y mi cabeza dirige al corazón y no sé quien irá a vencerme, ¿el amor o el dinero?
[…]
yo tenía que hacer lo que fuere por un poco o mucho dinero y para ello activé mi credi cuerpo, o sea, mi cuerpo sirvió para complacerme en todo lo que yo quería
[…]
esta es mi historia, la historia de la Credi Cuerpo.