Este libro contiene uno de los secretos mejor guardados de nuestro tiempo: para entender Europa, es imprescindible conocer la vida de San Benito y la Regla monástica que escribió. Quizá, más que un secreto, podría considerarse un olvido intencionado por parte de una época que idolatra la acción y ya no conoce el valor de la contemplación. A fuerza de perseguir el progreso, hemos olvidado los cimientos en los que se asienta nuestra cultura.
En una gruta perdida en Subiaco y en la altura abandonada y arrasada por los bárbaros de Montecassino, Benito vivió una vida dedicada a la oración y al trabajo manual. Su silencio y ocultación, sin embargo, tuvieron un impacto más profundo y duradero en la cultura de Occidente que las políticas, batallas y decretos de emperadores y reyes.
Milagros, visiones y dones excepcionales de Dios salpican la vida de un santo que, a través de su ejemplo y de su Regla, inspiraría a los monjes que conservaron durante siglos la cultura occidental y transformaron Europa.