Spencer Cohen es el chico que consigue respuestas a las preguntas sobre las relaciones. Haciendo el papel de nuevo amante, su trabajo consiste en hacer que el ex de su cliente se dé cuenta de una de estas dos cosas: que no quiere romper o que realmente quiere hacerlo. En cualquier caso, su cliente obtiene respuestas.
El ex se disculparía y rogaría, o se daría la vuelta y se alejaría. Pero al final, el cliente de Spencer ganaba. Si quería recuperar a su ex y lo conseguía, era genial. Si el chico se marchaba, por muy duro que fuera para el cliente, sabía que se había acabado. Independientemente del resultado, el trabajo de Spencer estaba hecho.
El ex de Andrew Landon lo dejó sin darle una explicación. Pero su hermana no soporta verlo triste, así que, para desgracia de Andrew, contratan a Spencer para que sea su nuevo novio y así recuperar a su ex.
Para Spencer, nunca es algo personal. Es simplemente una transacción comercial. Sin emociones, sin ataduras, sin complicaciones.
Sí, claro.
Hasta un ciego podría ver cómo acabaría esto.