Sujetos del deseo propone que todo traductor literario es un amateur, en el sentido que ama y desea un texto, un autor, una voz, una cultura, y que movido por su deseo y a pesar de las condiciones precarias de su labor se convierte en pieza clave de la circulación de productos culturales. Además, es un libro sobre los éxitos y fracasos del traductor amateur como agente político-cultural en las zonas que definen las relaciones culturales entre Estados Unidos y América Latina entre finales del siglo XIX y mediados del siglo XX. En este contexto, el libro se enfoca en el trabajo y las redes intelectuales de dos traductores estadounidenses: Alice Stone Blackwell e Isaac Goldberg.
Su audiencia son académicos, profesores y estudiantes de estudios de traducción y estudios latinoamericanos y hemisféricos en general. Sus contribuciones más importantes son la historización, conceptualización y análisis de la figura del traductor amateur como un sujeto de resistencia y el ser el primer estudio dedicado a pensar la figura y narrar la historia moderna del traductor amateur como instancia de mediación cultural entre Estados Unidos y América Latina.