Su vida da un giro de 180 grados cuando recibe un disparo. Al despertar lo hace en una cama de hospital, sin poder moverse, ni hablar. A su lado, una joven que no recuerda y que no se separa de él. El día a día es insoportable, hasta que un doctor se presenta en su habitación, asegurándole que puede curarle. Ese nuevo tratamiento, aún experimental, puede curarle, pero sus efectos secundarios pueden volverle loco.