Club utilise des cookies et des technologies similaires pour faire fonctionner correctement le site web et vous fournir une meilleure expérience de navigation.
Ci-dessous vous pouvez choisir quels cookies vous souhaitez modifier :
Club utilise des cookies et des technologies similaires pour faire fonctionner correctement le site web et vous fournir une meilleure expérience de navigation.
Nous utilisons des cookies dans le but suivant :
Assurer le bon fonctionnement du site web, améliorer la sécurité et prévenir la fraude
Avoir un aperçu de l'utilisation du site web, afin d'améliorer son contenu et ses fonctionnalités
Pouvoir vous montrer les publicités les plus pertinentes sur des plateformes externes
Gestion des cookies
Club utilise des cookies et des technologies similaires pour faire fonctionner correctement le site web et vous fournir une meilleure expérience de navigation.
Ci-dessous vous pouvez choisir quels cookies vous souhaitez modifier :
Cookies techniques et fonctionnels
Ces cookies sont indispensables au bon fonctionnement du site internet et vous permettent par exemple de vous connecter. Vous ne pouvez pas désactiver ces cookies.
Cookies analytiques
Ces cookies collectent des informations anonymes sur l'utilisation de notre site web. De cette façon, nous pouvons mieux adapter le site web aux besoins des utilisateurs.
Cookies marketing
Ces cookies partagent votre comportement sur notre site web avec des parties externes, afin que vous puissiez voir des publicités plus pertinentes de Club sur des plateformes externes.
Une erreur est survenue, veuillez réessayer plus tard.
Il y a trop d’articles dans votre panier
Vous pouvez encoder maximum 250 articles dans votre panier en une fois. Supprimez certains articles de votre panier ou divisez votre commande en plusieurs commandes.
El viejo y arraigado canon sobre la historia de América reza que Colón «descubrió» un continente extraño y trajo historias de sus incalculables riquezas. Los Estados europeos se apresuraron a conquistar la mayor parte posible de este asombroso «Nuevo Mundo», y, aunque los pueblos indígenas se defendieron, no pudieron detener la embestida. Los imperialistas blancos estaban destinados a dominar el continente, y la narración tradicional cuenta un camino irreversible hacia la inexorable destrucción de los nativos? Sin embargo, como en tantas otras historias de origen largamente aceptadas, esta también resulta estar basada en mitos y distorsiones.En Continente indígena, el aclamado historiador Pekka Hämäläinen presenta un potente argumentario que echa por tierra muchos de los supuestos más aceptados de la historia de Norteamérica. Hämäläinen gira nuestra perspectiva para alejarnosdel Mayflower, de los padres fundadores y de otros episodios trillados de la cronología convencional, para acercarnos a un mundo de naciones nativas cuyos miembros, lejos de ser víctimas indefensas de la violencia colonial, dominaron el continente durante siglos tras la llegada de los primeros europeos. Desde los iroqueses en el nordeste hasta los comanches en las llanuras, y desde los indios pueblo en el sudoeste hasta los cheroquis en el sudeste, las naciones indias derrotaron a menudo a los recién llegados blancos.En 1776 varias potencias coloniales reclamaban casi todo el continente, pero los pueblos indígenas seguían controlándolo: como señala Hämäläinen, los mapas de los libros de texto modernos, que pintan gran parte de Norteamérica en bloques ordenados y codificados por colores, confunden los extravagantes alardes imperiales con el control real. Aunque la población blanca y el ansia de tierra de los colonos sedispararon, los pueblos indígenas florecieron gracias a una diplomacia y unas estructuras de liderazgo sofisticadas. De hecho, el poder de los nativos alcanzó su punto álgido a finales del siglo XIX, con la victoria lakota de Little Bighorn en 1876.En última instancia, Continente indígena sostiene que la propia noción de «América colonial» es engañosa, y que, en su lugar, deberíamos hablar de una «Américaindígena» que se fue convirtiendo en colonial de forma lenta y desigual. La prueba más palmaria del desafío indígena son aún hoy las cientos de naciones nativas que todavía salpican los territorios de Estados Unidos y Canadá. Un libro que devuelve alos pueblos nativos el lugar que les corresponde en la historia de Norteamérica.