Agnes y Ginebra se han estado viendo cada día durante los últimos cuatro años, sentadas a menos de dos metros y pasando completamente la una de la otra.
Ginebra pensando que Agnes es una mujer fría, distante y estirada que se cree superior a las demás.
Agnes creyendo que Ginebra es una mujer demasiado introvertida, tímida y vergonzosa que, además, peca de inocente.
Sin tenerlo planeado, y contra todo pronóstico, ambas acaban pasando un fin de semana juntas en el sur de Francia, descubriendo que ni Agnes es tan estirada, ni Ginebra tan tímida…