El 9 de abril de 1948, a la 1 y 5 minutos de la tarde, en pleno centro de Bogotá fue asesinado el caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, quien desde hacía cerca de dos décadas incomodaba por parejo a las élites liberales y conservadoras por sus explosivas intervenciones en el Congreso de la República, la potencia de su oratoria en la plaza pública y la defensa de la moral para combatir las corruptelas que durante mas de un siglo y medio se apoderaron del control del poder político central como si fuera una herencia por derecho de nacimiento.
El magnicidio estremeció al país en todos los poblados. Inusitadas olas de violencia y caos se desataron en muchas ciudades, en especial en la capital de la república donde se produjo el histórico episodio denominado El Bogotazo, mientras coincidencialmente se celebraba en la fría ciudad, la cumbre panamericana de naciones, presidida por el general estadounidense George Marshall, célebre militar de su país durante las dos grandes guerras mundiales.
Debido a que en aquella época estaba presente en Bogotá el futuro dictador cubano Fidel castro, mucho se especuló que fue un crimen cometido por los comunistas internacionales. Otros achacaron el asesinato al Partido Conservador en el que militaba el entonces presidente mariano Ospina Pérez. Y otros adujeron que se trataba de un crimen orquestado por el ala derechista de los liberales. Y no faltó quien adujo que el señalado sicario Juan Rosa Sierra padecía de problemas psiquiátricos.
Pese a haber sustanciado múltiples cuadernos del expediente con miles de folios y decenas de documentos anexados en el acerbo probatorio, los autores intelectuales del magnicidio quedaron impunes.
En esta obra, el autor presenta la visión comunista de su producción literaria y la sustenta con extensos testimonios de copartidarios suyos, o de liberales afines al ideario gaitanista. Por tratarse de una de las visiones mas sustanciadas de los trágicos sucesos, es imprescindible leer y analizar esta versión de Arturo Alape.